miércoles, 9 de octubre de 2019

Promesas con condición


Multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo, y les daré todas esas tierras. Por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas.
Génesis 26:4-5


En los tiempos de Abraham, la importancia de una persona se medía por la cantidad de bienes que poseía, y como Dios tenía el propósio de fundar a partir de un solo hombre una grande e importante nación para que fuese su embajadora ante las demás naciones, era necesario que le diera muchísimas riquezas, de modo que fuese respetado en todas las naciones. No obstante, el hecho de que Dios tuviese esos planes con Abraham no significa que no estuviesen condicionadas, ya que si Abraham deseaba recibir esas bendiciones, era necesario que fuese obediente a Dios en todo.

La promesa que Dios hizo a Abraham y su cumplimiento nos sirve de ejemplo para recordarnos que Dios tiene grandes planes y propósitos con nosotros; pero así como con Abraham, el cumplimiento de éstas depende de nuestra obediencia a Dios y nuestra disposición a dejarnos llevar por él.

¡Dios respeta tus decisiones!

2 comentarios:

  1. Porque antes de bendecirnos, Dios desea que tengamos presente de dónde salen estas bendiciones y le reconozcamos en todos nuestros caminos.

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